La técnica giclée, pronunciada “yiclé”, proviene del francés gicler, que en español significa ‘rociar’. Es el proceso que permite hacer impresiones artísticas desde una fuente digitalizada utilizando una impresora de chorro de tinta con una resolución y calidad muy superior a la habitual, por lo que suele utilizarse para reproducir obras originales, generalmente de gran formato. En este tipo de impresión con chorro de tinta se deposita el pigmento en el papel o tela en forma de pequeñas gotas, ‘pulverizando’ el soporte.

La impresión en giclée se suele emplear para reproducciones fotográficas de obras de arte como pinturas, ilustraciones, dibujos, etc. El resultado es una pieza de alta calidad digitalizada e impresiones para Bellas Artes de muy alta calidad, utilizando tintas que ofrecen una permanencia de la imagen de varios cientos de años, ya que la calidad de una copia giclée supera a copias realizadas con procesos tradicionales.